1. FIN ULTIMO Y FELICIDAD EN SANTO TOMAS DE AQUINO
Santo Tomas de Aquino:
Hace una aportación amplia en cuanto al fin último del ser humano y es que nos
dice que Dios es este fin, en el sentido que como ser supremo no solo es ese
fin sino el principio de toda creación.
En
absoluto, si me hubiesen preguntado con anterioridad sobre ¿cuál es mi fin
último?, posiblemente habría dicho que la felicidad, pues en su mayoría es lo
que todos buscamos obtener o llegar a la felicidad como fin último. Mas no
concebía a profundidad que esa felicidad solo la podemos alcanzar en Dios, por
tanto si lo que deseo es la felicidad es estricta y seguramente decir que mi fin último es la Dios.
La felicidad según
Aquino: que es el bien perfecto del hombre ya que dotado de inteligencia y de
razón, lo que lo conecta y une con Dios.
La
felicidad es el medio intelectual que nos sirve para acercarnos a Dios, de
manera que la felicidad ya nos ha sido dada por él siendo parte de un ente de
creación, somos seres portadores y aportadores de gozo gracias a Dios. Los
seres humanos nos pasamos casi el resto de la vida buscando algo que ya nos ha
dado por herencia desde que fuimos engendrados e incluso se comete el error de
buscar esa felicidad en otra persona, grave error pensar que la felicidad
depende de otra persona si depende únicamente de ti.
2. EL OBJETO MORAL, INCLINACIONES, TENDENCIAS Y PASIONES
Kant usa el término
inclinación para referirse a la muestra sensual de sentimientos, emociones y
deseos. Es decir es una inclinación de la razón. Conjunto de apetitos que no
dependen inmediatamente de la razón sino de la dimensión psicológico-corporal o
dimensión empírica.
Tendencia; es una
corriente o preferencia hacia fines determinados.
Pasiones; son
inclinaciones o tendencias de gran intensidad, que no proceden de la voluntad,
que se experimentan desde la pasividad, como viéndose arrastrado por ellas,
excepto cuando se intenta luchar activamente contra las mismas.
Es
usual tener tendencias hacia algo o alguien que deseamos, que le tenemos
sentimientos, que apreciamos demasiado, más no nos percatamos que estas
tendencias pueden convertirse en pasiones sin darle espacio a la razón para que
actúe conforme a la voluntad.
4. AFECTIVIDAD HUMANAS SENTIMIENTOS Y PASIONES
5.LA ACCIÓN HUMANA Y SU ESPECIFICACIÓN MORAL
En el lenguaje cotidiano empleamos la palabra acción de un modo amplio,
refiriéndonos a algún tipo de acto o suceso. Así, hablamos de la acción
erosiva del viento, la acción de los lubricantes en el motor, la
acción educativa del profesor… Sin embargo, a partir de ahora vamos a usar
el término acción de un modo más específico y técnico, limitándonos a un tipo
de actos: las operaciones conscientes y voluntarias de un agente.
Suele entenderse por agente aquella
persona, animal o cosa que lleva a cabo la acción expresada por el verbo. Así,
cuando decimos el viento erosiona las montañas, los
lubricantes protegen el motor o el profesor educa a sus
alumnos, estamos considerando como agentes al viento, a los lubricantes y
al profesor. Sin embargo, erosionar y proteger no son acciones, pues ni el
viento ni los lubricantes se proponen hacer lo que hacen ni se dan cuenta de
que lo hacen, es decir, no actúan como agentes conscientes y voluntarios. El
profesor, en cambio, si lo hace. Consideramos acciones escribir una
carta, jugar al baloncesto, estudiar para un examen, fregar
los platos... pues son actos conscientes y voluntarios, mientras que no son
acciones la caída de una hoja de un árbol, la subida de la
marea, la puesta de sol, que no tienen ese carácter.
Santo Tomas de Aquino:
Hace una aportación amplia en cuanto al fin último del ser humano y es que nos
dice que Dios es este fin, en el sentido que como ser supremo no solo es ese
fin sino el principio de toda creación.
En
absoluto, si me hubiesen preguntado con anterioridad sobre ¿cuál es mi fin
último?, posiblemente habría dicho que la felicidad, pues en su mayoría es lo
que todos buscamos obtener o llegar a la felicidad como fin último. Mas no
concebía a profundidad que esa felicidad solo la podemos alcanzar en Dios, por
tanto si lo que deseo es la felicidad es estricta y seguramente decir que mi fin último es la Dios.
La felicidad según
Aquino: que es el bien perfecto del hombre ya que dotado de inteligencia y de
razón, lo que lo conecta y une con Dios.
La
felicidad es el medio intelectual que nos sirve para acercarnos a Dios, de
manera que la felicidad ya nos ha sido dada por él siendo parte de un ente de
creación, somos seres portadores y aportadores de gozo gracias a Dios. Los
seres humanos nos pasamos casi el resto de la vida buscando algo que ya nos ha
dado por herencia desde que fuimos engendrados e incluso se comete el error de
buscar esa felicidad en otra persona, grave error pensar que la felicidad
depende de otra persona si depende únicamente de ti.
Kant usa el término
inclinación para referirse a la muestra sensual de sentimientos, emociones y
deseos. Es decir es una inclinación de la razón. Conjunto de apetitos que no
dependen inmediatamente de la razón sino de la dimensión psicológico-corporal o
dimensión empírica.
Tendencia; es una
corriente o preferencia hacia fines determinados.
Pasiones; son
inclinaciones o tendencias de gran intensidad, que no proceden de la voluntad,
que se experimentan desde la pasividad, como viéndose arrastrado por ellas,
excepto cuando se intenta luchar activamente contra las mismas.
Es
usual tener tendencias hacia algo o alguien que deseamos, que le tenemos
sentimientos, que apreciamos demasiado, más no nos percatamos que estas
tendencias pueden convertirse en pasiones sin darle espacio a la razón para que
actúe conforme a la voluntad.
4. AFECTIVIDAD HUMANAS SENTIMIENTOS Y PASIONES
5.LA ACCIÓN HUMANA Y SU ESPECIFICACIÓN MORAL
Suele entenderse por agente aquella
persona, animal o cosa que lleva a cabo la acción expresada por el verbo. Así,
cuando decimos el viento erosiona las montañas, los
lubricantes protegen el motor o el profesor educa a sus
alumnos, estamos considerando como agentes al viento, a los lubricantes y
al profesor. Sin embargo, erosionar y proteger no son acciones, pues ni el
viento ni los lubricantes se proponen hacer lo que hacen ni se dan cuenta de
que lo hacen, es decir, no actúan como agentes conscientes y voluntarios. El
profesor, en cambio, si lo hace. Consideramos acciones escribir una
carta, jugar al baloncesto, estudiar para un examen, fregar
los platos... pues son actos conscientes y voluntarios, mientras que no son
acciones la caída de una hoja de un árbol, la subida de la
marea, la puesta de sol, que no tienen ese carácter.
6. ACTOS HUMANOS
6. ACTOS HUMANOS




